‘120 pulsaciones por minuto’: la lucha olvidada

París, años 90, un grupo de jóvenes activistas del «Act-Up-París» intentan a través de una serie de movilizaciones  visibilizar y concienciar sobre el SIDA. Entre los baños de sangre falsa en los laboratorios que ocultan los resultados de las investigaciones , las charlas de concienciación sexual en los colegios, y las manifestaciones en las calles de París, asistimos a una historia de amor entre un nuevo integrante del grupo, Nathan (Arnaud Valois), que se quedará cautivado por la vitalidad y ganas de luchar que tiene Sean (Nahuel Pérez Biscayart). Ganadora del Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes y seleccionada por Francia para representarla en los Óscar, ‘120 pulsaciones por minuto‘ (120 battements par minute), de Robin Campillo, nos recuerda una historia no tan lejana sobre una asociación repudiada mayoritariamente por una sociedad que culpaba a los homosexuales, prostitutas o drogadictos.

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Nahuel Pérez Biscayart en un fotograma de ‘120 pulsaciones por minuto’ (Francia, 2017).

Inspirándose en sus propias experiencias como miembros de «Act-Up-París», Campillo y Philippe Mangeot, co-guionista de la película, reconstruyen majestuosamente las reuniones y actos (chasqueo de dedos incluidos) de esta organización de protesta que gastaban su último aliento en la lucha contra el SIDA. Una batalla que en ese momento ponía la responsabilidad en el gobierno de Francois Mitterrand y en las farmacéuticas francesas. Pero más allá de las respuestas políticas a esta epidemia, el film de Campillo busca tocar fondo y lo consigue a través de la acción y reflexión de muchas de las historias personales.

Sin duda, los personajes son el corazón de la película. El actor argentino Nahuel Pérez Biscayart, que protagonizó también la española ‘Todos están muertos’ de Beatriz Sanchís junto con Elena Anaya, es el alma, el que pone la ternura, el furor, mantiene un pulso interpretativo junto con su compañero Arnaud Valois. A través de los dos asistimos a una historia de amor mágica, en la que no solo comparten sus experiencias sexuales sino sus miedos e inquietudes más profundas. Así, destaca la presencia guerrillera de la actriz Adèle Haenel, una de las actuales promesas del cine francés, que ha protagonizado títulos como ‘Les combattants’ o ‘La chica desconocida’ de los hermanos Dardenne.

La fotografía junto con la banda sonora también toman una peso crucial en ‘120 pulsaciones por minuto’ que hacen que sea absolutamente perfecta en todos los sentidos. Es la mejor película del año, con una escena final impactante, llamativa, incómoda pero una de las más emocionales vistas en el cine actual.

En España, la distribuidora Avalon tiene fijado su estreno para el 19 de enero.

Nota: 10/10.