Tras dejar el hogar para ir a estudiar a la universidad, una joven católica despierta sus primeros instintos sexuales provocándole ciertos cambios físicos, emocionales y sociales hasta el punto de tener poderes telequinéticos, esta es la premisa del nuevo trabajo del noruego Joachim Trier, que tras su primera película en inglés ‘El amor es más fuerte que las bombas’ (2015) con Jesse Eisenberg e Isabelle Huppert, vuelve a rodar en su lengua materna con ‘Thelma’, un drama fantástico que se ha presentado estos días en la Sección Oficial del 27 Fancine, y ha sido premiada en el Festival de Sitges (guion y premio especial del jurado), además de ser la representante de Noruega para luchar por el Óscar a la mejor película extranjera.

Joachim Trier y su co-guionista habitual Eskil Vogt vuelven a explorar con esta nueva propuesta la soledad, las relaciones humanas, la represión o la pérdida en la vida de sus personajes. A ello se une las alegorías a la religión católica, como si Thelma fuera una Eva del siglo XXI y comete el pecado de probar la fruta prohibida, el sentirse atraída por alguien de su mismo sexo. Claramente en un ambiente dogmático la sobreprotección parental está muy presente, acercándose a la ‘Carrie’ de Brian de Palma pero más distante en el estilo, siendo ‘Thelma’ más fría, comedida y erótica. Así, Trier sabe muy bien canalizar el misterio que envuelve a su protagonista, interpretada magistralmente por Eili Harboe.
La película es un espectáculo visual muy elegante, con una brillante dirección de fotografía de Jakob Ihre que nos traslada hasta el mismo Oslo (Noruega), y que hace de ‘Thelma’ una historia de amor sobrenatural fascinante.
Nota: 8/10.