
Si el pasado viernes se estrenaba en cines ‘La boda de Rosa’ en la que se planteaba una boda sin novio, en la nueva película de Achero Mañas (‘El bola’), ‘Un mundo normal’, se presenta un entierro sin muerto. Dos contradicciones de la vida ‘normal’ yuxtapuestas por el deseo de sus directores de romper con la normalidad, de no seguir a las masas y renunciar a no pertenecer a la colectividad. En el caso del nuevo film de Mañas, impone su sello personal para contarnos su particular singularidad. Su madre le pidió que cuando muriese tirara su cuerpo al mar y de eso trata esta película del viaje personal de Ernesto (Ernesto Alterio) que quiere cumplir el deseo de su difunta madre. Para ello, se verá apoyado por su hija (Gala Amyach) con el que descubrirá que su padre no es ningún loco y es fiel a sí mismo aunque esto suponga ir en contra de la mayoría.
‘Un mundo normal’ pretende ser una road movie familiar pero se queda a medio camino. Se entiende más como drama de aventuras que roza el sentimentalismo y se acerca de lejos a la comedia. Y es que Mañas impone por primera vez su huella de identidad en una obra que está bien elaborada, accesible para todos los públicos, pero poco seductora para el espectador. Afortunadamente, las interpretaciones de Ernesto Alterio y la debutante Gala Amyach, dúo de padre-hija en la ficción, son excelentes y le dan la frescura suficiente para hacer más ameno el fin de la narración.
Después de esperar diez años para ver una nueva película de Achero Mañas, ‘Un mundo normal’ deja mal sabor de boca no porque sea mala película sino porque nos tenía acostumbrando a títulos tan potentes como ‘El Bola’ o la incomprendida ‘Todo lo que tú quieras’. Habrá que ver si sacia el paladar con una Biznaga al Mejor Actor para Ernesto Alterio, porque la película compite en la Sección Oficial del 23 Festival de Málaga.
Nota: 5.5/10.