Es la única película que me pude escapar para ver en el Festival de Málaga y bingo Biznaga de Oro. La ópera prima de Urresola está conjugada con cierta magia, principalmente por sus protagonistas desde la joven Sofía Otero a la soberbia Ane Gabaraín.
Si que es cierto que el guion quizás se pierde en algunos momentos con la trama de Patricia López Arnaiz, y no se expande en su plenitud en su hilo central. Aún así es inevitable emocionarte y que trate con tanta delicadeza la historia de una niña trans.
Nota: 7/10.
