Con ‘La maternal’, Pilar Palomero se reafirma como una de las directoras a seguir en el cine español. Si que es cierto que #LasNiñas consiguió atraparme más, pero es indudable el gran trabajo que hace con las actrices, especialmente con Carla Quilez que es la magia del film.
‘La piedad’ de Eduardo Casanova es sencilla en su trama, pero sublime en el apartado visual. Es una cinta inusual, alternativa, que necesitamos en el cine español. Ángela Molina está fantástica, deslumbrante. La película tras pasar por festivales de cine internacional de todo el mundo, se ha estrenado en el sección Informativa del 32 FANCINE de Málaga.
‘Irati’ tiene muy buenas intenciones, mostrando esa mitología vazca y abrazando lo bélico. Pero me cuesta seguir a veces el ritmo de la película, le falta fluidez. No quito que es una propuesta grandilocuente y con unos efectos especiales muy bien aprovechados, que fueron premiados en el pasado Festival de Sitges. Veremos si consigue algo más en el 32 FANCINE, del cuál forma parte de su sección oficial.
‘Mantícora’ nos confirma que Carlos Vermut es un genio, porque escribir y rodar una película cómo esta, de forma tan delicada, fina, solo lo saben hacer los grandes. El guion está pulido de principio a fin. De la cinta diré, que no hay más terror que lo que el ser humano puede llegar a hacer. Solo hay que verla, sin saber mucho sobre ella. Nacho Sánchez tiene la mejor actuación del año en el cine español, sin más. Y ojo con Zoe Stein que irrumpe fuerte. La película tras su primera presentación en el Festival de Toronto, forma parte ahora del 32 FANCINE de Málaga.
#Venus de Jaume Balagueró, una gran decepción, una película que escasea en efectos especiales. Una lástima porque se podía haber exprimido con más sangre, gore y horror. Expósito ni brilla ni fracasa, una heroína aceptable. La película tras su paso por el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, se presenta en la sección oficial del 32 FANCINE de Málaga.
‘As bestas’ es una de las mejores películas del año. Sorogoyen hace que no te muevas del asiento y que llegues a pasarlo hasta mal con su impecable thriller rural. Tiene todo muy atado, guion, banda sonora, pero lo mejor es ese cuarteto de actorxs: Foïs; Ménochet; Zahera y Anido.
‘Cerdita’ de Carlota Pereda tiene muy buenas intenciones, intensificando ese terror rural y cotidiano. Aunque no le veo nada más. Al final es una extensión del cortometraje que le cuesta encontrar su lugar más allá de ver a un sanguinario asechando a jóvenes del pueblo.
‘Un año, una noche’ de Isaki Lacuesta evita el sensacionalismo de aquella fatídica noche en la sala Bataclan. Y es todo un acierto, porque prefiere indagar más en las sensaciones y emociones de sus víctimas, interpretadas con coraje por Merlant y Pérez Biscayart. Preestreno de la película en el 28 Festival de Cine Francés de Málaga.
‘Rainbow’ de Paco León es una ida de olla bajo la base del cuento del Mago de Oz. Está conjugada con unos aires de libertad y esperpento, pero el resultado final es bastante flojo. La película carece de entretenimiento, y no termina de convencer… Disponible en Netflix.
El actor Juan Diego Botto ha dirigido su primera película, ‘En los márgenes’, una cinta que se ha presentando en primicia en la sección Orizzonti del 79 Festival de Cine de Venecia, la Biennale. Además, la película también se verá en unos días en el Festival de Cine de San Sebastián en la sección Perlak, y, finalmente, tendrá su estreno en cines el próximo 7 de octubre, de mano de la distribuidora Vertice Cine.
‘En los márgenes’ es una drama fundamentalmente sobre personas en riesgo de exclusión social. En concreto, gira en torno a tres personajes interpretados por Penélope Cruz, Luis Tosar y Adelfa Calvo, y cómo en sus últimas 24 horas, conceptos como la supervivencia y la solidaridad cobran una especial importancia. Todo ello bajo el primas de la España actual, la de un país ahogado por la inflación, por las consecuencias económicas y sociales que dejó la crisis de 2008, la reciente pandemia del coronavirus, o incluso, la guerra de Ucrania, con el abusivo incremento de los precios del petróleo, el gas natural y la electricidad. La cinta de Botto habla de una realidad, la de esa España que a veces nos quieren ocultar, pero que sufre cientos de desahucios diarios.
La historia surgió en una conversación con Penélope Cruz, amiga y productora de la película, que tras ver la obra de teatro ‘Un trozo invisible de este mundo’ escrita por el propio Juan Diego Botto, le propuso adaptarla a la gran pantalla. Y tras unos años en producción, finalmente junto a la periodista y escritora Olga Rodríguez, que conocía la situación de muchas personas en riesgo de exclusión social, construyeron ‘En los márgenes’.
Principalmente, la película se sustenta en sus tres personajes principales. Azucena (Penélope Cruz), una mujer, madre, luchadora, frágil y valiente. Un papel en el que Cruz destaca una vez más su fuerza interpretativa en el drama, y que veremos su máximo esplendor en una de las escenas que tiene junto a Juan Diego Botto, también actor en la cinta. Además, en sus miradas refleja muy bien lo que la película nos quiere contar, la desesperación de muchas madres por salir adelante. Seguro que esta actuación le vale otra nominación al Goya. Le acompaña Luis Tosar, que por primera vez ejerce de ‘buenazo’ en una película, con un personaje solidario y audaz, Rafael. Un abogado que no le va a importar dejarse la piel con el fin de ayudar a los demás. Finalmente, este triángulo interpretativo protagonista, lo cierra Adelfa Calvo, sin duda, brillante, sublime, soberbia, como Teodora. No le hace falta las palabras de guion para expresar el sinvivir de su personaje. Y, completan el reparto, Nur Levi (por cierto, que le den más papeles en el cine, por favor), Aixa Villagrán, Christian Checa y Font García.
Con seguridad, Botto dirige una de las películas españolas del año. ‘En los márgenes’ no solo es un drama sobre los desahucios, sino una carta abierta para remover conciencias. Una cinta que puede parecer sencilla, pero es bastante lúcida. No le hace falta adornos para contar la cruda realidad que se muestra. Botto apuesta por una cine moral, real, el que sucede de verdad fuera de la gran pantalla y para ser su primer debut tras las cámaras, el resultado final es bastante notable.