Terror en estado puro

James Wan es el maestro del terror del siglo XXI. Solo hay que ver su larga trayectoria en este género (Saw, Insidiuos…). Pero en Expediente Warren: El caso Enfield ha conseguido crear una secuela impecable, mejorando con creces a su predecesora. Y es que la vuelta de los investigadores paranormales más famosos del mundo está siendo todo un éxito en la taquilla. Esta vez se enfrentan a un nuevo demonio, aquel que habitaba en la pequeña Janet Hodgson, una niña inglesa de 11 años que en 1977 vio perturbada su vida y la de su familia tras sentir presencias extrañas en su casa. Y es que este caso acaparó durante un tiempo las portadas de la prensa británica denominándose “El Amityville de Inglaterra”, comparándose con la espeluznante historia de los De Feo, que también se cuenta en la película y que ha sido mil veces llevaba al cine (la última, La Morada del Miedo con Ryan Reynolds y Chloë Grace Moretz).

Aunque la estructura del film es bastante parecida a la primera –vuelta a una casa embrujada y posesiones demoníacas– el desarrollo del Caso Enfield es mucho más emocional, aterrador y tenso, quizás esta última característica por su amplía duración (unas dos horas y diez minutos aproximadamente). Sin embargo, Wan utiliza nuevos sustos para envolver al espectador en un manto de terror, ayudado todo ello por unos mejorados aspectos técnicos y visuales. Además, de una recreación absoluta de la época, con elementos (escenario, decorado, vestuario…) muy cuidados.

Y sobre los personajes, Vera Farmiga y Patrick Wilson vuelven a meterse en la piel del matrimonio Warren, demostrando de nuevo la química que tienen en la gran pantalla. Y muy destacable la actuación de todos los niños, empezando por Janet (Madison Wolfe), convirtiéndose en la nueva exorcista de la época moderna. Y terminado por el pequeño Billy (Benjamin Haigh) que verá en carne y hueso al personaje de sus cuentos, “El hombre retorcido” (interpretado por el español Javier Botet). Bueno, sin olvidar a la espléndida Frances O´Connor que se mete a la perfección en el papel de madre sufridora.

Expediente Warren: El caso Enfield es más que una secuela, consigue convertirse en una película independiente en la que no hace falta ver su predecesora para entender la trama.

Nota: 8,5/10

Publicada en Diario Málaga Digital.